TIPOS DE MEDITACIÓN

Un mapa general para encontrar un punto de partida

31/01/2022 / Sin comentarios

Resultan curiosas, y en cierta forma paradójicas, las reacciones de las personas cuando oyen la palabra Meditación.

Para algunas, el simple hecho de ver u oír esta palabra les genera un sarpullido y, sin embargo, para otras supone el anhelo de haber encontrado el tesoro de la felicidad. 

Pero como todo en la vida, nada es blanco o negro y lo cierto es que todos los seres humanos, de una u otra forma, estamos llamados a la meditación. Es algo que forma parte de nuestra condición y naturaleza humana. Decenas de miles de años de práctica meditativa nos contemplan.


A nadie le deja indiferente la imagen del sol saliendo del horizonte y bañando de luz todo lo que encuentra a su paso o el atronador sonido del agua cayendo por una cascada entre las montañas. Si tuviera que poner palabras a esta sensación de humanidad compartida… tal vez lo llamaría… conexión? espíritu? consciencia?

Como miembros, TODOS, de la gran familia humana de la que formamos parte, TODOS conocemos el amargor de un desengaño, la tristeza de una pérdida, la satisfacción y la alegría tras el esfuerzo empleado en un proyecto o la serenidad casi instantánea que se despierta al pasear por la orilla del mar.

Siendo TODOS exactamente iguales, no todos hemos nacido en el mismo entorno, ni hemos recibido la misma educación, venimos de familias diferentes y nuestras experiencias van marcando matices diversos en nuestra línea de vida. Cada persona somos un micromundo de circunstancias que vivimos dentro del gran macromundo natural.

Es por todo esto que la curiosidad y la motivación para echar una mirada hacia la propia existencia, para empezar a practicar meditación, sólo puede suceder desde la intimidad y la determinación de cada persona.

Aquí las modas están demodé, la compra/venta de la meditación como un producto de consumo más es imposible. 


Tengo la impresión de que aún hay cierta confusión, sobre todo en occidente, sobre lo que implica y en lo que consiste la meditación.

La práctica meditativa siempre ha estado presente en todas las culturas y en gran parte de las corrientes filosóficas, tanto orientales (budismo, taoísmo, zen…) como en occidentales (estoicos, místicos…).

Pero actualmente, en el occidente de hoy, la meditación ha cobrado una gran relevancia a través de la neurociencia y a las aplicaciones y protocolos basados en Mindfulness para la gestión del estrés y la ansiedad, principalmente (si el tema te interesa puedes ver más en este enlace y en este otro).


Con este artículo mi intención es desglosar, de forma sencilla, los distintos tipos de meditación.

Existen numerosas clasificaciones según la escuela o corriente de pensamiento que la elabore. La que voy a presentar aquí está basada en el modelo de Dhal y cols. (2015) que conocí a través del trabajo del psiquiatra Javier GªCampayo y su equipo de la Universidad de Zaragoza. 


Desde mi punto de vista, es una clasificación muy clara, concisa y me sirvió para poner un poco de orden a la hora de entender los distintos enfoques meditativos. A lo mejor a ti también te sirve.


Esta clasificación divide en tres grandes grupos las prácticas meditativas: ATENCIONALES, CONSTRUCTIVAS Y DECONSTRUCTIVAS


1-. Prácticas ATENCIONALES

-Lo que habitualmente conocemos como Mindfulness (Atención Plena: prestar atención al momento presente, libre de juicio y con aceptación).

-Es la base de la meditación. Sin atención, con la mente en otro sitio, sea donde sea, es como si no viviésemos realmente.

-Desarrollamos y entrenamos la concentración, la capacidad de traer la mente de vuelta cuando se distrae, una y otra vez.

-Desde la perspectiva budista estaríamos hablando de Samatha (desarrollo y cultivo de la calma mental, uno de los dos estados de la mente).


Este tipo de prácticas se dividen en dos tipos:

a.) Atención FOCALIZADA (foco cerrado)

Concentración en un objeto: la respiración, un sonido, las sensaciones corporales, un mantra…

b.) Atención ABIERTA

La atención se dirige a los pensamientos, percepciones, consciencia de la propia consciencia (desarrollamos la figura “testigo”)...


2-. Prácticas CONSTRUCTIVAS

-Nos permite desarrollar cualidades virtuosas y modificar los contenidos mentales, no solo observarlos. 

-Puede tener distintos objetivos y en función de ellos podemos hacer otra división:

 

a.) Orientadas a las RELACIONES: paciencia, ecuanimidad, bondad amorosa, compasión…

b.) Orientadas a los VALORES: identificar el sentido de la vida, aceptación…

c.) Orientadas a la PERCEPCIÓN: intenta modificar los hábitos de percepción frecuentes empleando la imaginación. 


3-. Prácticas DECONSTRUCTIVAS

Aquí voy a transcribir literalmente las palabras del propio Campayo:

“Usan el autocuestionamiento para desarrollar autoconocimiento respecto a la naturaleza y la dinámica de la experiencia consciente. Tienen como objeto eliminar patrones cognitivos disfuncionales mediante la exploración del proceso de la percepción, la emoción y el conocimiento, y la generación de autoconocimiento sobre los propios modelos internos que hemos desarrollado a lo largo de la vida sobre uno mismo, los otros y el mundo”. (¿Cómo aumentar la calidad y la profundidad de la meditación? Javier Gª Campayo - Ed. El Rincón de Mindfulness, 2019)

El objeto de este tipo de prácticas es no solo incrementar la metacognición (como en las prácticas atencionales) sino también obtener una experiencia directa. Desde la perspectiva de la tradición budista estaríamos hablando de la meditación Vipassana (percepción, afrontamiento de la realidad tal y como es) -abordaré este tema tan fascinante en otro artículo-.


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Lo que está claro es que sin atención no podemos llegar a nada. Ni en la meditación ni en la vida ¿No crees?

Decía Sócrates: “Una vida sin examen, no merece ser vivida”.


Desde este punto de partida, cuando tomamos la decisión de adentrarnos en el camino del autoconocimiento, es importante empezar a tomar conciencia de nuestro cuerpo, de las sensaciones corporales, la respiración, de cómo va cambiando según los estados emocionales… Poco a poco, de lo más evidente a lo más sutil. 

Sin análisis, sin reflexión, pura observación, sin juicio, sin etiquetas. Sondeando el territorio sobre el que estamos trabajando. 


Aquí terminan las palabras.

Practica. Experimenta por ti mism@ y los pasos siguientes irán llegando.


Por contradictorio que pueda parecer, en este caso más que nunca, no hay meta que alcanzar, la meta está en el propio camino.


Podemos acudir a un@ maestr@ o profes@r que nos guíe, formar parte de un grupo de práctica donde poder compartir experiencias con otros meditadores, usar aplicaciones móviles… y está muy bien, son puntos de apoyo importantes.

Pero al final, en último término, estás TÚ, tu determinación, tu disciplina (que no exige ni culpa) tu tiempo y tu espacio. 


Existen muchísimas aplicaciones y recursos disponibles para ayudarte a empezar. Aquí tenemos el Club Clandestino de Meditación, que si quieres entrar y acceder a los recursos que hay subidos, solo tienes que enviar un email solicitando el código de acceso a [email protected]


Por si aún te has quedado con ganas de más, te invito al taller que impartiré este próximo SÁBADO 5 de FEBRERO en el nuevo centro YOGA GOMPA de 10,00 a 11,30 am en el que haremos una inmersión en la meditación y su integración en nuestra vida cotidiana. 

¡Apúntate! Es gratuito y las plazas son limitadas ;-)

Espero haberte sido de ayuda. Gracias por tu presencia. 

Hasta pronto,

Olga.