LAS IDEAS MATAN ANTES DE QUE EL CUERPO MUERA
La salud mental en el cuerpo femenino
05/07/2021 / Sin comentarios
Llegamos a este mundo, sencillamente, estamos aquí: con estos genes, con este cuerpo, con esta mente, en esta familia, con esta educación, bajo este sistema económico, en esta organización política y social, en este país, con este clima... y en nada de todo esto, hemos intervenido o ha sido fruto de nuestra elección.
Sin embargo, algo está pasando, algo está produciendo que nuestros cuerpos femeninos pidan a gritos (en forma de sensaciones corporales incómodas, síntomas físico-emocionales limitantes o, directamente, enfermedades) que ¡por favor les PRESTEMOS ATENCIÓN!
Para entender la magnitud de lo que aquí se pretende compartir, es necesario conocer en qué condiciones llegamos al mundo.
Si partimos de la base que todos los seres humanos, al nacer, traemos “de fábrica” un cerebro y un cuerpo, resultado de miles de años de evolución, y que de base (así en bruto) compartimos las mismas necesidades, instintos y reacciones, que nuestros ‘abuelos’ cazadores-recolectores hace 500.000 años, pues el asunto se pone interesante.
Nuestro cerebro-cuerpo recién llegado, es como un “libro en blanco” que se va a ir “escribiendo” a medida que vayamos creciendo. El argumento y la historia que contienen estas “páginas”, estarán basados en las experiencias y los aprendizajes que tengamos, según el entorno, el contexto, la cultura y la educación en la que nos encontremos.
Es verdad que ha llovido mucho desde que salíamos a cazar y vivíamos en comunidades tribales; sin embargo, el funcionamiento básico de nuestro cerebro-cuerpo, sigue teniendo las mismas peculiaridades: instinto de supervivencia y reproducción, sentido de pertenencia, arraigo y apego a la tribu, reacción de lucha/huida ante las amenazas y la naturaleza cíclica femenina, también.
A lo largo de la vida de una mujer se producen, de manera cíclica, importantes cambios hormonales, físicos y emocionales, profundamente conectados con la Naturaleza y la Tierra, que afectan a la sexualidad, a la espiritualidad y a la creatividad femeninas. La verdad que hay detrás del poder creador de la mujer y las infinitas opciones que ofrece, son asuntos que no nos han explicado.
Lejos de empezar a poner etiquetas a unos y otras, de “verdugos” o “víctimas”, la realidad es, y a nadie se le escapa, que vivimos en un sistema y sociedad orientada desde la visión masculina, controlando todos los aspectos de la vida en común: la familia, la cultura, la economía, la política, la ecología, la educación o la sanidad.
Un ejemplo: la medicina moderna está basada en un principio androcéntrico, en el que el hombre (varón) es tomado como medida y modelo estándar para estudiar las enfermedades, los síntomas, el diagnóstico y la curación de las mismas. Dentro de este escenario, la mujer es considerada como una derivada biológica del hombre, cuando en realidad es un modelo completamente diferente, con necesidades y ritmos distintos.
Para este sistema no tienen cabida las energías menstruales y los ciclos femeninos. Vivir bajo una cultura en la que el sistema dominante no respeta o apoya los ciclos naturales de la mitad de su población, va generando en la mente colectiva, un cúmulo de falsas creencias que al final el mismo cuerpomente femenino, no puede sostener más y estalla.
Entre las creencias más potentes que se han grabado a fuego en el cuerpomente de las mujeres, es que el cuerpo femenino, básicamente, es anormal, que hay algo fundamentalmente mal en él, que hay que corregirlo: los olores, la sangre, la grasa, la celulitis… la locura!¿?¿!
Cuando nos viene la regla por primera vez, mal: “Cuidado que ahora te puedes quedar embarazada”.
Cuando se nos va la regla, mal: “Eres vieja y no sirves para nada”.
Cuando nos enfadamos, mal: “¡Qué carácter tienes, eres una histérica!"
Cuando lloramos, mal: “¿Que, estás con la regla?”.
Vivimos bajo la imposición de unos cánones de belleza y unos modelos de cuidado y bienestar absolutamente desintonizados de los ritmos naturales en los que se sostiene el cuerpomente de las mujeres, bloqueando y silenciando a la guía interior.
Una guía interna que existe, que está ahí, lleva estando ahí miles de años. Una guía en íntima y profunda conexión con el cuerpo, que da avisos de sus necesidades, que ejerce una importante influencia sobre el comportamiento de las mujeres en el mundo.
Un dato del Sistema Nacional de Salud: la Atención Primaria atiende 174,9 millones de consultas por trastornos mentales.
El 38,6% de los casos son hombres.
El 61,4% son mujeres.
Es urgente que empecemos, TODAS LAS PERSONAS, a tomar partido y a responsabilizarnos del bienestar (bien-estar) físico, mental y emocional de las mujeres.
¿Cómo? ¿Por dónde empezar?
Este artículo forma parte, como intervención, del programa MIAS 2021.
El programa MIAS (Mujeres Informadoras como Agentes de Salud) es uno de los espacios desde donde se nos forma y anima a transmitir, compartir y crear, una sólida red de comunicación sobre la Salud de la Mujer. Entendiendo por Salud de la Mujer, la salud femenina más allá del plano reproductor o erótico-sexual, que hasta el momento se nos ha asignado.
Este artículo no es un alegato feminazi, como se tiende a clasificar, y con ello confundir, cualquier información que hable de las necesidades de las mujeres.
Este artículo tiene la intención de poder servir de estímulo para empezar a interesarnos en comprender porqué las cosas son como son, cómo nos afectan las creencias sobre nuestro sexo y, sobre todo, de qué forma podemos atender y comprender con lucidez, las señales que nuestro cuerpomente nos transmite.
Resumiendo:
Se trata de parar, de observar, de conocer y de actuar en consecuencia.
Las palabras son necesarias para poder comunicarnos, sin duda, pero es necesario llevarlo a la acción. Aquí tienes tres prácticas que tal vez te inspiren a empezar a escucharte, mirarte y conocerte, desde otra perspectiva.
¡Buen viaje!
1ª FUERZA CONSCIENTE: Entrena tus MÚSCULOS
2ª ESTIRA Y RELAJA todo tu cuerpo
3ª MEDITACIÓN: “SOLTAR CREENCIAS LIMITANTES”
Fuentes:
"Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer". Christiane Northwood
"El cuerpo lleva la cuenta". Bessel Van der Kolk
"La mente compasiva". Paul Gilbert
Imágenes:
1-Ilustración alegórica de la 'madre naturaleza'. /Wikimedia Commons
2-La Camara del Arte